El motor que mueve al futbolista

CR7 PortugalEn el método integral de entrenamiento, la psicología, como disciplina científica, adquiere un protagonismo preponderante. Aunque la aplicación más directa de este campo de conocimiento a nuestro método se encuentra en la rama denominada como Psicología Humanística. Esta disciplina se basa en los postulados clásicos que establecen que (Bugental, 1963):

  • El ser humano es más que la suma de las partes que lo componen.
  • Que la existencia del hombre adquiere sentido dentro de la interrelación social con sus semejantes.
  • Que la comprensión de la existencia del hombre se basa en la parte consciente.
  • Que la conciencia otorga al hombre la capacidad de tomar decisiones con libertad.
  • Que la naturaleza del hombre es intencional en función de los objetivos que se marque, así como el razonamiento, intereses, creencias y valores adquiridos.

Autores como Carlos Santamaría consideran que la Psicología Humanística centra su estudio en la conciencia humana, por considerar a esta la principal herramienta para comprender al ser humano como ser que toma libremente las decisiones que le conciernen. Para Santamaría el principal representante de esta disciplina es Maslow, para quien el ser humano busca la autorrealización de todas sus habilidades y destrezas. El único problema es que según Maslow, para poder satisfacer una serie de necesidades es necesario tener satisfechas las necesidades de la escala inferior (Santamaría, 2009).

Maslow defiende la idea de que el ser humano muestra una tendencia innata a mejorar sus niveles de satisfacción desde las necesidades básicas hasta las más elevadas de la denominada “Pirámide de Maslow” o “Pirámide de la Jerarquía de las Necesidades”. El motor que impulsa al hombre a cubrir las necesidades es la motivación, por lo que esta jugará un papel crucial en el desarrollo del individuo (Santamaría, 2009).

piramide maslow

Los entrenadores deben utilizar esta teoría de Maslow para afianzar la autoestima de sus jugadores, ayudarles a crecer y autorrealizarse. Una de las habilidades más importantes que debe adquirir un entrenador en el método de entrenamiento integral es lograr que el equipo se encuentre permanentemente motivado, no solo buscando la consecución de los objetivos marcados, sino y sobre todo, buscando la autorrealización de todos los componentes del equipo, incluso de los que cuentan con menos minutos.

Si analizamos la Pirámide de Maslow, la mayoría de jugadores profesionales tendrían más que cubiertas las dos necesidades que se encuentran en la base de la pirámide: necesidades fisiológicas y necesidades de seguridad. Ambas necesidades correlacionan directamente con el poder adquisitivo.

Sin embargo, cuando seguimos escalando en la pirámide y entramos en las necesidades relacionadas con la aceptación social y reconocimiento; nos empezamos a encontrar jugadores que no tienen satisfechas dichas necesidades. Por lo menos, no perciben que tengan el nivel de aceptación social y reconocimiento deseado. En este grupo nos podríamos encontrar con jugadores que no juegan muchos minutos o que no tienen la misma repercusión mediática o reconocimiento social que otros. Aspectos psicológicos individuales como personalidad, egocentrismo, empatía, generosidad, grado de control sobre la influencia social… son fundamentales para percibir un mayor o menor grado de cumplimiento de estas dos necesidades.

Por último, nos encontramos con una de las necesidades más complicadas de saciar: la autorrealización. Esta es una de las necesidades más dependientes de la inteligencia intrapersonal. Es decir, de cómo nos percibimos nosotros mismos. Cada jugador tiene niveles de ambición diferentes. Por ejemplo, si tu ambición es ser reconocido por todos como el mejor jugador de toda la historia del fútbol, va a ser muy complicado cubrir el total de necesidades definidas por Maslow. Sin embargo, si te sientes autorrealizado simplemente con poder vivir de aquello que te apasiona; sintiéndote a gusto en el día a día con un buen ambiente en el vestuario; disfrutando de cada entrenamiento y partido, juegues o no juegues… resultará mucho más fácil llegar a cubrir la necesidad de autorrealización.

Habitualmente tendemos a minusvalorar los datos que no pueden medirse. La motivación, como otros aspectos psicológicos, tiene una enorme influencia sobre el rendimiento del futbolista. El dato que no puede medirse también es dato.

El buen entrenador debe conocer y respetar la ambición de cada jugador y proporcionarle las herramientas necesarias para que pueda mantener la motivación que le permita cubrir sus necesidades, en el mayor grado posible. Un jugador motivado es un jugador con una mayor predisposición a darlo todo en los entrenamientos y en la competición. Tratar a todos los jugadores por igual es un error. El entrenador debe tratar a cada jugador en función de sus necesidades.

Anuncio publicitario