Estrés en el fútbol (VIII): factores sociales

1340909595_1LÓPEZ DEL CAMPO, Roberto.

Los factores sociales también influyen en la intensidad y duración del estrés. Se suele pensar que el estrés es un fenómeno interno al individuo que guarda relación únicamente con aspectos relacionados con el yo (self). Sin embargo, el jugador no es una isla. Los factores ambientales más importantes que modulan el estrés son:

  • Apoyo del equipo: nos referimos a al conjunto de estímulos que recibe el jugador de sus compañeros de equipo. En esta categoría también se incluyen los apoyos que el futbolista recibe del entrenador, presidente o demás miembros del cuerpo técnico. A mayor número de apoyos (ayudas, consejos, ánimos…) menores serán los efectos negativos del estrés. El entrenador y el capitán del equipo son los máximos responsables de mantener un buen ambiente dentro del grupo. Los equipos que están cohesionados son menos vulnerables al estrés competitivo. Por el contrario, en los equipos que existen conflictos internos los jugadores sufrirán con mayor intensidad los efectos perjudiciales del estrés.
  • Apoyo social: nos referimos al conjunto de estímulos que recibe el futbolista de su red social (familiares, amigos, afición y medios de comunicación). Los efectos de este factor son similares a los ya vistos en el apoyo del equipo. Especial importancia tienen los apoyos del entorno más cercano e influyente. Contar con el apoyo de los seres más queridos es fundamental para minimizar los efectos negativos de las situaciones estresantes. Por el contrario, no contar con el apoyo de la afición se puede convertir en un foco de estrés competitivo en sí mismo. Por ejemplo, cuando un jugador es pitado por su propia afición cada vez que comete un error. El entrenador debe tener en cuenta este tipo de situaciones e intentar, en la medida de lo posible, evitarlas.
  • Estereotipos: Nos referimos al conjunto de ideas aceptadas comúnmente por una sociedad con carácter inmutable. Los estereotipos están íntimamente relacionados con la cultura y las normas morales. Las estrategias de afrontamiento del estrés se verán facilitadas o dificultadas en función de la valencia positiva o negativa de los estereotipos con los que cuente el jugador. Los estereotipos van a influir en todo el proceso de afrontamiento del estrés. Se puede ver condicionada la percepción de la situación potencialmente estresante en cuanto a la probabilidad de ocurrencia de un hecho en concreto. También puede influir sobre la valoración subjetiva de determinados acontecimientos. Los estereotipos se consideran factores sociales porque su origen es cultural, aunque no todas las personas poseen los mismos estereotipos a pesar de estar influidas por las mismas condiciones ambientales.

Conviene no infravalorar la influencia que los factores sociales tienen sobre el rendimiento y la salud. El entrenador debe mostrar interés sobre todo lo que rodea al jugador como persona. A través de la confianza, irá conociendo los aspectos más íntimos de sus jugadores. De esta forma podrá intervenir sobre los factores sociales potencialmente estresantes.

El estrés, en definitiva, es un proceso de adaptación al medio natural. Es decir, es normal y deseable que el jugador esté tenso (niveles óptimo de arousal o activación) antes de una competición e incluso durante los entrenamientos. Sin embargo, cuando las situaciones estresantes son demasiado intensas la activación óptima deseable se transforma en trastornos psicosomáticos perjudiciales para la salud y el rendimiento. Los estados de falta de activación o niveles bajos de arousal también son perjudiciales para el rendimiento, aunque no para la salud.

Los trastornos psicosómaticos más frecuentes que provocan el estrés son:

  • Disminución de la atención y la concentración.
  • Aumento de la sensación de fatiga.

Si el futbolista no hace caso a estos primeros síntomas y continua soportando estados intensos de estrés las consecuencias son más graves:

  • Pérdida de eficiencia del sistema inmune con lo que aumenta el riesgo de lesión.
  • Pérdida de eficiencia en las respuestas fisiológicas, cognitivas y biomecánicas del organismo.

Por último, recordar que las consecuencias negativas del estrés son multifactoriales y dependen tanto de las características de las fuentes de estrés como de la elección de las estrategias de afrontamiento que realicen los jugadores.