LÓPEZ DEL CAMPO, Roberto.
Producto de las numerosas críticas que cosechó la teoría de la U invertida, Hardy y Fazey (1988) propusieron la Teoría de la Catástrofe. Para readaptar la Teoría de Yerkes y Dodson (1908) usan los conceptos definidos por Martens, Vealey, et al. (1990) en su Teoría Multidimensional de la Ansiedad – ansiedad cognitiva y ansiedad somática –; de tal forma que la relación entre activación y rendimiento sería de la forma que se muestra en la figura.
Este modelo establece diferencias importantes entre la ansiedad somática y la ansiedad cognitiva. En ambos casos, se produce un aumento de la activación, pero así como un incremento de la ansiedad somática no perjudica al rendimiento, el aumento de la ansiedad cognitiva por encima del nivel óptimo puede provocar una catástrofe y reducir el rendimiento de forma drástica como se puede apreciar en la figura.
La expectativa que el propio jugador tenga de su rendimiento deportivo futuro condicionará la motivación de este de tal forma que ante un mayor número de éxitos o la sensación de estar aprendiendo, el deportista responderá con un aumento de la motivación. En consecuencia, situaciones de fracaso o percibir que se está perdiendo el tiempo, disminuirán la motivación del futbolista. Si un futbolista se enfrenta a situaciones que están muy por encima de sus posibilidades, lejos de aumentar la motivación por tratarse de un reto ambicioso y atractivo, lo que conseguirá es entrar en un estado de desmotivación profundo provocado por la frustración creciente de no conseguir superar el reto que se ha propuesto (J. M. Williams, 1991).