LÓPEZ DEL CAMPO, Roberto.
La mayoría de los estudios que han intentado establecer algún tipo de relación entre la cohesión grupal y el rendimiento deportivo han encontrado una correlación positiva (García-Mas et al., 2006; García-Mas y Vicens, 1994; Heuzé, Raimbault y Fontayne, 2006; Heuzé, Sarrazin, Masiero, Raimbault y Thomas, 2006; Leo et al., 2008).
Steiner (1972) creó un modelo teórico que simplifica en una sencilla fórmula de dos elementos la relación entre el rendimiento individual y el rendimiento del grupo. Para este autor la productividad o rendimiento real es igual al rendimiento potencial menos las pérdidas producidas por las imperfecciones en los procesos grupales. Por potencial de productividad se entiende las capacidades, conocimientos, experiencias y competencias individuales de los componentes del grupo. Por lo tanto, el ideal sería igualar el rendimiento real con el rendimiento potencial ya que esto significaría que no existen imperfecciones en los procesos grupales.
A continuación nos centraremos en las consecuencias o efectos que tiene la cohesión grupal con relación a los miembros del grupo, los procesos que se producen dentro del grupo y los output que genera la acción del grupo (Carron, 1982):
- La autoestima, satisfacción, esfuerzo y cumplimiento de las normas de los miembros del grupo aumentan.
- Se reduce la ansiedad percibida y el absentismo de cada miembro a la hora de realizar las funciones asignadas.
- Aumenta la interacción, comunicación, participación, rendimiento y persistencia.
El resultado final a nivel teórico es el aumento del rendimiento tanto a nivel individual como sobre todo grupal (Carron, 1982; Leo, Miguel, Sánchez Oliva, Amado y García Calvo, 2014). La mayoría de investigaciones realizadas sobre este aspecto son concluyentes ya que existen numerosos estudios que indican una relación positiva entre la cohesión grupal y el rendimiento deportivo (Beal, Cohen, Burke y Mclendon, 2003).