El necesario feedback externo al jugador

Feedback externo

LÓPEZ DEL CAMPO, Roberto.

Una de las competencias básicas del entrenador es la habilidad para dar un feedback externo al jugador (Paige, 2002; Smither, London, Flautt, Vargas, & Kucine, 2003). El conocimiento de resultados resulta de gran utilidad al jugador siempre y cuando se realice en tiempo y forma, y la información facilitada sea relevante (Thach, 2002; Smither, London, Flautt, Vargas, & Kucine, 2003). Esta cualidad del entrenamiento psicológico integrado es una de las funciones principales que un buen entrenador debe desempeñar con sus jugadores.

Otro aspecto importante en el proceso de entrenamiento psicológico integrado es compartir la consecución de los objetivos con el entorno. Esta puesta en común resulta de gran utilidad para el jugador al traducirse en un aumento de la confianza en sí mismo, del desempeño y de la percepción de éxito (Laske, 2004). Aunque se debe mantener en todo momento el frágil equilibrio que existe entre el hecho de compartir el grado de consecución de las metas propuestas con la ya mencionada confidencialidad que exige el vínculo entrenador – jugador.

La autocrítica que todo entrenador debe tener a la hora de evaluar los progresos del entrenamiento es otro de los aspectos a tener en cuenta. Existen numerosos test de personalidad que se pueden utilizar para medir la evolución del proceso en función de la fase en la que nos encontremos (Fillery-Travis & Lane, 2006). Para medir la efectividad de las primeras sesiones de entrenamiento se suele utilizar el conocido como MBTI, Myers (Briggs Type Indicator) que cataloga veintiséis tipos de personalidades distintas sobre la base de la combinación de cuatro variables. Mientras que las evaluaciones más utilizadas en la fase intermedia y final del proceso se suelen centrar en el método conocido como el inventario de estilo de comunicación FIRO-B o las evaluaciones 360 grados, que se fundamentan en valoraciones cuantitativas realizadas por el propio entrenador (Dattner, 2004). En cualquiera de los casos, el entrenador que decida aplicar las bondades de este método no puede centrar la evaluación únicamente en su percepción subjetiva. Aunque no es menos cierto que la mejor evaluación del método consiste en evidenciar que los objetivos marcados a corto plazo se van cumpliendo.