LÓPEZ DEL CAMPO, Roberto.
En la actualidad vivimos en sociedades muy individualistas, por lo que conseguir crear una identidad colectiva no es una labor sencilla. Hay que crear un clima en el que todos quieran actuar en interés de la colectividad. El talento individual es imprescindible para conseguir buenos resultados, pero no se debe convertir en un fin en sí mismo. El talento de cada individuo debe complementarse con el talento de los demás. De lo contrario, no se conseguirá la tan deseada efectividad colectiva. La simple asociación de los elementos individuales no nos da como resultado el comportamiento del conjunto. El comportamiento del equipo es más que la suma de las partes. Saber sacar el máximo rendimiento de esta máxima depende en gran medida del entrenador como director del equipo (Arboniés, 2009).
¿Puede emerger una inteligencia superior colectiva de las interacciones individuales básicas? Los jugadores de fútbol, ¿realizan sus movimientos como robots o conciben el sistema como un todo para tomar decisiones conscientes, no mecanizadas? La eficacia de los sistemas colectivos o inteligencia colectiva es objeto de estudio por los expertos en “Inteligencia Artificial”. Estos científicos han intentado dotar de inteligencia colectiva a las máquinas sin que hayan conseguido hasta el momento emular la inteligencia colectiva humana (Noubel, 2004).
(Extractos del libro: «Entrenamiento Psicológico Integrado de Fútbol«).
Los métodos de entrenamiento basados en la mecanización no fomentan la inteligencia colectiva. Este tipo de técnicas se dirigen más hacia la «robotización» del jugador. El jugador no tiene que pensar, solo debe ejecutar lo mecanizado en los entrenamientos. Y la inteligencia colectiva exige interactuar con otros miembros del sistema, tomar decisiones de forma autónoma para adaptarse a cada nueva situación competitiva. La infinidad de situaciones tácticas que se dan en un partido no se pueden prever. Es el equipo, actuando al unísono, el que debe pensar la solución más acertada a cada problema colectivo que el equipo rival le plantea. La actual campeona del mundo, Alemania, siempre se ha caracterizado por desplegar un trabajo en equipo perfecto. En la semifinal del Mundial de Brasil 2014 se enfrentó el talento individual de la anfitriona contra la inteligencia colectiva germana. El resultado, una humillación de Brasil para la historia.