LÓPEZ DEL CAMPO, Roberto.
Un equipo no es la suma de varios jugadores sino la interacción entre distintos jugadores que crean algo nuevo, un nuevo sistema con identidad propia que es más que la simple suma de las partes. Al igual que la yuxtaposición del cobre y el estaño dan como resultado un nuevo metal, el bronce, cuyas cualidades son distintas a las del cobre o el estaño por separado; la unión de los miembros de un equipo da como resultado un nuevo ente cuyas capacidades son distintas a las que cada jugador tiene por separado. El resultado no es simplemente la suma de las partes, existe una interacción constante de todas las partes que forman un sistema complejo que a su vez está formado por elementos que interactúan entre sí. A mayor número de elementos, mayor número de interacciones y mayor complejidad (Arboniés, 2009).
Un equipo de fútbol está considerado como un sistema complejo porque está compuesto por un conjunto de elementos, jugadores, que interactúan organizados en torno a un propósito principal: marcar más goles que el rival mediante la combinación del balón entre sus miembros para poder ganar el partido. Y para cumplir con este propósito, un sistema tiene que encontrar la forma más adecuada. En un equipo de fútbol, normalmente el propósito es doble: defender la propia portería y meter gol en la portería que defiende el rival (Tamarit, 2007).
(Extractos del libro «Entrenamiento psicológico integrado de fútbol«)
El talento, característica eminentemente individual, es deseable dentro de un equipo. Pero como reza el lema del estadio Azteca (sede del equipo mexicano América): «El talento gana juegos [partidos], el trabajo en equipo campeonatos«. Si el objetivo que nos queremos marcar es a largo plazo, es más eficiente la inteligencia colectiva que el mero talento.
El talento suele considerarse un aspecto muy relacionado con la genética. Se tiene o no se tiene, por mucho que se trabaje. Es decir, o nos podemos permitir tener este tipo de jugadores muy cotizados o no tenemos nada que hacer. Pero con independencia del talento de nuestros futbolistas, la inteligencia colectiva o trabajo en equipo es muy mejorable con un entrenamiento y dirección de equipo adecuada.