LÓPEZ DEL CAMPO, Roberto.
El espíritu que persigue el Método Integral de Entrenamiento es la autonomía plena del futbolista. Cada jugador debe ser capaz de tomar la decisión más acertada en función del análisis de los distintos estímulos que percibe durante la competición. El aprendizaje que se consigue con este método es de altísima calidad.
El llamado “fútbol de calle” que consiste simplemente en jugar un partido de fútbol con los amigos en el descampado de la favela, patio del colegio, pista polideportiva del parque… es sin duda la tarea de entrenamiento más integrada posible. En estos partidos el aprendizaje es completamente autónomo. Cada niño toma las decisiones en función de sus experiencias previas, interactuando permanentemente con compañeros y rivales en un continuo “fútbol total”.
Este mismo espíritu es el que debería impregnar cada sesión de entrenamiento reglada. El entrenador debería elegir los aspectos a trabajar mediante ejercicios integrados que simulen situaciones reales de juego, con el menor número de reglas posible, fomentando la libertad de pensamiento y toma de decisiones. Una metodología lo más “resolución de problemas” posible y lo menos “descubrimiento guiado”; excluyendo en la medida de lo posible el “mando directo”. A mayor autonomía en el aprendizaje mayor calidad.