Si tuviéramos que elegir al enemigo número uno de la confianza de un futbolista este sería sin duda el miedo. Este aspecto psicológico coarta la intención o toma de decisiones del futbolista. Le hace desconfiar de sus competencias y le lleva a no arriesgar, a no plantearse retos que percibe como difíciles.
El entrenador debe fomentar en los entrenamientos la tolerancia al error como método de mejora. El futbolista no solo tiene derecho a equivocarse sino que necesita errar para poder aprender. La propia justificación del entrenamiento está en el error y el único método de mejora es el conocido como ensayo – error. Un futbolista que tiene altos niveles de tolerancia al error será capaz de afrontar retos más ambiciosos y su potencialidad de mejora será mayor. Por ende, su autoconfianza aumentará al comprobar que es capaz de ir superando retos cada vez más complejos.